24 julio 2006

El origen de las enfermedades


Toda enfermedad (y esto es algo conocido) es producida por la falta de armonía o desarmonía entre el aspecto forma y la vida. Las enfermedades aparecen donde no hay alineamiento entre estos diversos factores, el alma y la forma, la vida y su expresión, las realidades subjetiva y objetiva. En consecuencia, espíritu y materia no están libremente relacio­nados entre sí.

La desarmonía que produce lo que se denomina enfermedad, corre a través de los cuatro reinos de la naturaleza y trae esas condiciones que producen dolor (donde la sensibilidad es exquisita y está desarrollada) No obstante, estas condiciones pueden ser consideradas como purificadoras en sus efectos, y así debe considerarlas la huma­nidad si se quiere asumir la correcta actitud hacia las enfer­medades.

Desde cierto ángulo, la enfermedad es un proceso de liberación y el enemigo de lo estático y cristalizado. No crean por lo que expongo que debería aceptarse la enfermedad y anhelar el pro­ceso de la muerte. Si así fuera cultivaríamos la enfermedad y premiaríamos el suicidio. Afortunadamente para la humanidad, toda la tendencia de la vida es contraria a la enfermedad, y la reacción que produce la vida de la forma en el pensamiento del hombre, fomenta el temor a la muerte.

Otra de las razones por las cuales existe la enfermedad es la Ley de Causa y Efecto, denominada de Karma en Oriente, rige todo esto. El karma, en realidad, debe ser considerado como el efecto en la vida de la forma de nuestro planeta.

Curación esotérica
Eli

17 julio 2006

Sanación


Sanación no solo es curar lo aparente, sino ayudar a reestablecer por medio de la voluntad y de sentimientos elevados, la conexión perdida, la conciencia olvidada y de aquella relacion existente entre todos nosotros y el divino reparador.

La medicina dentro de la sanación espiritual se genera desde dentro, abriendo y retornando a la armonía que muchas veces perdemos por nuestros defectos, por nuestros apegos o por la sintonía que dirigimos hacia la negatividad.

La fuerza vital es un don inagotable, pero que sin embargo descuidamos con mucha facilidad. La Sanción es la recuperación de los flujos vitales y espirituales, que nos ligan a la verdadera medicina que es el amor interno, la certeza y la seguridad que en nuestra alma esta el germen de la vida.

El servicio y la sanación se ligan, se complementan, y muchos de nuestros hermanos que saben mucho mas que yo de este tema, conocen que los canales humanos solo se abren cuando estamos preparados para que así sea, que cada ser es llamado para este servicio, íntimamente, secretamente desde el interno.

La sanación y la protección van de la mano, así como la armonía y el equilibrio. La fuerza vital sintoniza con cada uno de nosotros en nuestros recuerdos, y en aquella remembranza del pasado que espera sea despierta.

Ejercicio: Recuperando Fuerza Vital


1.- En un lugar tranquilo, sentado o recostado en una posición cómoda, columna recta.

2.- Relajación, respiración suave, alejar de si los sonidos que perturben del ambiente.

3.- Ya relajado visualizar que estamos frente al sol, verlo en nuestra mente grande y brillante.

4.- Visualizar la luz y el calor solar que inunda todo nuestro cuerpo

5.- Pedir al Dios de nuestro corazón SANACION, concentrarnos en esta palabra.

6.- Mantener el estado de relajación, mantener la imagen el tiempo conveniente

7.- Comenzar a salir de la visualización y quedarnos con las percepciones que este ejercicio nos haya dejado, dar gracias al Dios de nuestro corazón por esta experiencia.

8.- Abrir los ojos.

Eli

04 julio 2006

Poimandrés


"Esta luz soy yo, Noûs, tu Dios, aquél que es antes de la naturaleza acuosa que se ha manifestado de la oscuridad.

En cuanto al Verbo luminoso salido del Noûs, es el hijo de Dios.

– ¿Qué?, dije.
– Aprende lo que quiero decirte de este modo: lo que en ti mira y comprende es el Verbo del Señor, y tu Noûs es Dios Padre; no están separados uno del otro, pues en su unión consiste la vida.

– Te doy las gracias, dije.
– Pues entonces fija tu espíritu en la luz y aprende a conocer esto.

Con estas palabras él me miró de frente largo tiempo, tanto que temblé ante su aspecto.

Después, cuando volvió a levantar su cabeza, yo vi en mi Noûs la luz, consistente en un número incalculable de Potencias que se tornaban un mundo sin límites, mientras el Fuego era envuelto por una fuerza todopoderosa y así, firmemente contenido, había fijado su posición.

Esto fue lo que discerní en esta visión, animado por la palabra de Poimandrés.

Como sin embargo estaba completamente fuera de mí, él me dijo nuevamente:

– Has visto en el Noûs la forma Arquetípica, el preprincipio anterior al comienzo sin fin; así me habló Poimandrés.

– Ahora bien, ¿de dónde han surgido los elementos de la naturaleza?, dije.

El respondió: – De la Voluntad de Dios, que, habiendo recibido en ella el Verbo y habiendo visto el hermoso mundo arquetípico, lo imitó, quedando modelada en un cosmos según sus propios elementos y su progenie, las almas.

Pero el Noûs Dios, siendo andrógino, existiendo como vida y luz, procreó con su palabra un segundo Noûs demiurgo que, siendo dios del fuego y del aliento vital, moldeó Regentes, siete en número, que envuelven en sus círculos al mundo sensible; y su gobierno es llamado el Destino."
Hermes Trismegisto
Eli